Vecinos de las comunidades aledañas al río Piedras, en San Juan, denunciaron falta de transparencia en torno al proyecto de canalización de ese cuerpo de agua, cuyo diseño implica, según ellos, la eliminación de las áreas verdes alrededor del cauce, lo que tendría el potencial de agravar las inundaciones en la zona y la sedimentación aguas abajo.
Asimismo, alertaron que el proyecto pudiera estar ejecutándose con información desactualizada, ya que la agencia líder, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, en inglés), completó el diseño original en 1984. Según los vecinos, ese diseño no considera el aumento en el nivel del mar debido al cambio climático, entre otros elementos que ameritan atención 37 años después.
“Estamos hablando de un plan de hace (casi) 40 años atrás. De allá para acá, han pasado muchas situaciones. (El plan) no se ha actualizado, lo cual no garantiza que lo que ellos van a hacer mitigará las inundaciones”, dijo Dinary Camacho Sierra, residente de la urbanización Jardines Metropolitanos. Camacho Sierra y el también vecino Jorge del Río unieron y crearon, a finales de enero, el grupo Comunidades en Defensa del Río Piedras.
Camacho Sierra contó que, en verano pasado, comenzó a observar compañías privadas cerca de su casa colectando muestras de agua del río Piedras, capas de piedra y tomando medidas.
“Uno le exige los permisos y no los proveen”, dijo, y añadió que los trabajadores en el área solo le indicaron que era un proyecto del USACE y que no le podían responder preguntas. Eventualmente, Camacho Sierra y Del Río confirmaron que se trata del Proyecto para el Control de Riesgo de Inundaciones del Río Puerto Nuevo, del cual el río Piedras es afluente.
Los orígenes de este proyecto se remontan a finales de la década de 1970, cuando el gobierno, a través del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), solicitó al USACE un estudio de viabilidad para determinar la mejor alternativa para el manejo del riesgo de inundaciones en el río Puerto Nuevo y sus afluentes. El diseño de 1984 contempla la canalización de 17.7 kilómetros de canales de cemento de alta velocidad.
Comunidades en Defensa del Río Piedras, que tiene 85 miembros, solicitó al USACE copia del estudio de viabilidad, pero aún no se lo han provisto.
En declaraciones enviadas a El Nuevo Día, el USACE respondió a la inquietud vecinal sobre el aumento en el nivel del mar indicando que “el diseño actual del proyecto funciona en diferentes escenarios de cambio”. “En el futuro, el diseño del proyecto se finalizará para múltiples condiciones de nivel del mar para evaluar la resistencia y adaptabilidad del proyecto”, agregó la dependencia federal.
“Un gran silencio”
“Este diseño ha sido creado sin la notificación adecuada a los miembros de nuestras comunidades y sin vistas públicas y, por ende, sin participación ciudadana”, dijo el abogado Roberto Maldonado, quien forma parte del grupo de vecinos, durante una reunión comunal reciente. La presentación se hizo como un esfuerzo de orientar a los residentes sobre los efectos que tendría el proyecto de canalización en su comunidad.
Maldonado relató que, en virtud de la Ley 141-2019, solicitó al DRNA y al Municipio de San Juan documentos relacionados con el proyecto. Mientras la agencia le proveyó una lista de información que está accesible, el ayuntamiento le indicó que no tenía los documentos pedidos. El licenciado resaltó, no obstante, que hay contradicción entre ambas dependencias, pues en el documento de la agencia se indica que “hay como tres o cuatro puntos de documentos e información intercambiada entre el DRNA y el Municipio de San Juan”, dijo, tras llegar a la conclusión que alguien está ocultando información.
“Yo diría que lo que permea es un gran silencio y una gran especulación ante la posibilidad de asignación de fondos”, dijo, entretanto, Miriam Toro Rosario, superintendente de la Región Metro-Centro de Para la Naturaleza, entidad que conserva el antiguo acueducto del río Piedras.
En sus declaraciones a El Nuevo Día, el USACE confirmó que los fondos son asignados anualmente por el Congreso de Estados Unidos y no siempre se proporcionan a los proyectos. Desde el primer financiamiento para la canalización del río, otorgado en 1991, se proveyó una cantidad de fondos para los trabajos, de los cuales 75% fueron federales y 25% fueron costos compartidos con el DRNA.
Después del huracán María, Puerto Rico recibió fondos suplementarios de emergencia del Congreso bajo la Ley de Presupuesto Bipartidista de 2018, por un total de $2,500 millones. Con ese dinero, el USACE finalmente tendría la oportunidad de construir el resto del proyecto con un 100% de fondos federales.
Comunidades en Defensa del Río Piedras denunció que los fondos atribuidos post-María se están utilizando incorrectamente debido a que implicaría “eliminar el pulmón ecológico del río Piedras”, dijo Camacho Sierra.
Aclaró que el grupo no está en contra de mitigar las inundaciones, sino de que “realicen un proyecto matando toda esta belleza”, refiriéndose a la fauna y la flora ribereña. Según los vecinos, las próximas fases del proyecto proponen eliminar todo el corredor ecológico a lo largo del margen del río. Además, indicaron que el plan de canalización se piensa ejecutar sin considerar el calentamiento que el canal crearía en la comunidad ni los daños causados por los sedimentos llevados al estuario.
“Creemos que el apoyo al río debe ir a reforestar esas áreas de riberas”, abundó Toro Rosario, al destacar que las siembras en los bordes de los ríos y quebradas ayudan a filtrar la lluvia, estabilizar el terreno y mejorar la calidad del agua.
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