Soy voluntaria de Para la Naturaleza desde el año 2015. Actualmente participo en el proyecto DUNAS, el cual es una iniciativa colaborativa con la Dra. Isabel Rivera Collazo, catedrática de arqueología ambiental de la Universidad de California en San Diego, Para la Naturaleza y Wildlife Conservation Society.
DUNAS es un proyecto de restauración que replica el proceso natural de acumulación de arena. El efecto de los huracanes destruyó la cobertura de árboles y vegetación en la playa. Al sembrar tablas, estamos replicando el proceso de acumulación de sedimento, que más tarde permitirá el crecimiento de la duna. La siembra de especies propias de áreas costeras, tales como uva playera y la verdolaga rosada, igualmente contribuirá a frenar la erosión y restaurar este ecosistema.
Uno de los propósitos principales de este proyecto es restaurar la costa norte de Puerto Rico, que resultó afectada, luego del paso del Huracán Irma y María. Al mismo tiempo persigue educar a las comunidades para que, a través de la educación puedan tomar acciones que les ayude a mitigar los cambios severos del calentamiento global.
Alternamos los trabajos en la playa con los esfuerzos de reforestación de especies nativas. Nos concentramos mayormente en las áreas próximas a los cuerpos de agua de la Reserva Natural Hacienda La Esperanza. Esta acción contribuirá a frenar la erosión y crear las condiciones necesarias para que las aves y otras especies encuentren las condiciones necesarias para anidar y así aumentar la biodiversidad propia de nuestra región.
En el proyecto de DUNAS también integramos una campaña de limpieza de playas. A partir de mayo de este año, comenzamos a recolectar plásticos y latas de aluminio para depositarlos en el contenedor de materiales reciclables que facilitó la administración municipal de Manatí. Este proyecto ha sido muy exitoso, ya que los visitantes que observan nuestro trabajo lo apoyan e imitan. Al momento, gran parte de los grupos que visitan el lugar traen sus bolsas para recolectar la basura, luego de disfrutar un día en la playa. Igualmente, el personal de seguridad les provee bolsas de basura a quienes la necesiten. Nuestra esperanza es que cada vez recolectemos menos basura y ayudemos a crear una verdadera conciencia ambiental.
Siempre que regresamos a la playa podemos observar cambios significativos, tanto en la altura de la duna, como en la cobertura de plantas. Dedicamos especial atención a tomar las medidas para documentar el crecimiento de las dunas. Realizamos los protocolos cumpliendo con los parámetros de este y asegurándonos que el equipo que utilizamos se coloque en el mismo lugar del protocolo anterior. De esta manera las medidas son precisas y nos ofrecen un perfil real del área bajo observación. Regresar a la playa y ver el progreso del proyecto nos ha brindado mucha satisfacción. A medida que las dunas han ganado altura, las plantas se han propagado y el área muestra un aspecto totalmente distinto al que encontramos hace dos años atrás, cuando comenzamos el proyecto.
La base de datos que hemos recopilado en el transcurso del proyecto DUNAS nos proporcionará una información valiosa, que nos ayude a trazar una ruta para adaptarnos a la realidad presente. Las claves para afrontar la crisis climática que padecemos son la educación y la resiliencia. El trabajo en equipo para mitigar los efectos de este fenómeno nos permitirá crear una conciencia ecológica que asegure a las futuras generaciones poder vivir en armonía con la naturaleza.