Todos admiramos los paisajes de la naturaleza. Desde el Bosque Nacional El Yunque, al Gran Cañón del Colorado, hasta los Alpes—podemos disfrutar de parques nacionales y reservas naturales porque son lugares dedicados a la conservación.

Creamos relaciones con estos paisajes naturales y dependemos de sus ecosistemas para el agua que bebemos y los alimentos que comemos. Por eso, somos cada vez más los puertorriqueños que entendemos la necesidad de conservar la naturaleza.

Al establecer una servidumbre de conservación tú también puedes unirte a los dueños de terreno que han decidido dedicarlos a la conservación. Las personas que aman sus tierras usan esta herramienta para asegurar que sean protegidas a perpetuidad y para obtener a su vez beneficios contributivos.

Con solamente un 16% de los terrenos en Puerto Rico dedicados actualmente a la conservación, ¡el momento de actuar es ahora!

¿Qué es una servidumbre de conservación?

Es un acuerdo que haces con nosotros: tú mantienes la titularidad de tus terrenos y nosotros te ayudamos a buscar las prácticas de uso y disfrute que mejor aseguren la protección sus valores ecológicos para siempre.

¿Tendré beneficios contributivos?

¡Claro! La ley establece que todo propietario que crea una servidumbre de conservación cualifica para créditos contributivos transferibles del 50% del valor de la servidumbre establecida. Este valor es determinado por un tasador independiente.