Por: Camilo González, voluntario líder del Proyecto de Monitoreo de Brillantez Atmosférica y Bioluminiscencia en la Reserva Natural Cabezas de San Juan en Fajardo
Guardianes de la Laguna, este es el nombre del grupo del voluntariado de monitoreo nocturno de la Laguna Grande en la Reserva Natural Cabezas de San Juan. Yo tuve el privilegio de ser parte de esos “guardianes” que se preocupan por el bienestar de esa linda laguna. En general, el proyecto es para monitorear la brillantez atmosférica y bioluminiscencia de la Laguna Grande de Fajardo.
Mi voluntariado empezó con un adiestramiento inicial con Leonor Alicea Rodríguez, intérprete ambiental en la Región Este de Para La Naturaleza, y después tuve varios adiestramientos con otras voluntarias expertas. Desde esas primeras veces que visité la laguna en la noche quedé impactado con la belleza del lugar. Esta experiencia me dio la oportunidad de apreciar la Reserva Natural de otra manera pues antes la frecuentaba mucho, pero solo durante el día para disfrutar de las playas o para trabajar de voluntario en el vivero. Una cosa es estar ahí durante el día, y otra diferente en la noche y ver las estrellas, disfrutar de un clima fresco y oír los cientos de coquíes por todas partes.
Durante la actividad visitamos diferentes áreas de la reserva y tomamos datos como temperatura ambiental, velocidad del viento, cubrimiento de las nubes y, al adentrarnos a un área en la laguna, se toman otros datos como temperatura, salinidad y nivel del agua. Lo emocionante es ver cuando la bioluminiscencia está en su máximo esplendor. Cuando pasa esto, se ven manchas blancas y brillantes en el agua y es un espectáculo increíble. También me gusta mucho caminar por el tablado y llegar al área de la laguna donde se toman más datos. Generalmente, la caminata por el tablado se hace sin linternas después de que nuestros ojos se acostumbran a la oscuridad. Y así de esta manera los sentidos visual y auditivo se agudizan para disfrutar más del recorrido. Cuando hay peces cazando cerca del área donde tomamos los datos, se les oye cuando saltan y también se puede ver la bioluminiscencia que dejan al nadar. Otro momento fascinante es cuando vamos al área del Faro de Fajardo. Cuando el cielo está despejado desde allí se pueden ver las luces de las islas de Culebra y Vieques, de embarcaciones y de las estrellas. Es ahí también cuando sentimos más el viento y la brisa marina del hermoso mar abajo.
El tiempo pasa rápido durante el monitoreo, y la tarea no es difícil después de uno aprender a manejar los instrumentos. Como mencioné antes, me siento afortunado de pertenecer a voluntarios preocupados y ocupados por la naturaleza.
Actualmente, estamos buscando voluntarios líderes para realizar los monitoreos nocturnos en la Reserva Natural Cabezas de San Juan en Fajardo y en La Parguera en Lajas, los interesados pueden comunicarse a voluntarios@pln.org.