El proyecto, con $ 2.5 millones en fondos, implementará acciones de conservación dentro de tierras privadas, agrícolas y forestales, incluyendo humedales y llanos ribereños. Nuestro objetivo es sembrar 50,000 árboles nativos en estas tierras, mientras involucramos a los agricultores y comunidades locales en los esfuerzos de restauración y monitoreo, educando al público sobre la importancia de restaurar, fortalecer y proteger nuestros hábitats.
Las tierras agrícolas y forestales no serán los únicos beneficiarios de esta ambiciosa iniciativa. También se beneficiarán seis especies listadas, incluyendo el sapo concho y el coquí llanero, que viven en estos ecosistemas.
La cuenca del Río Grande de Arecibo se encuentra en el corazón de la región kárstica de Puerto Rico y posee un gran valor por sus recursos acuáticos y terrestres, que brindan aguas subterráneas y superficiales para distintos usos, incluyendo el abastecimiento de agua potable y la pesca tradicional. Asimismo, este río atraviesa áreas boscosas y corredores ecológicos que abarcan tierras públicas y privadas. Esperamos contribuir colectivamente con nuestra experiencia y compromiso hacia nuestros recursos naturales, y convertirnos en un ejemplo de lo que pueden lograr las alianzas estratégicas.