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Dejar huellas a través del servicio a la naturaleza

Por: Marjorie D. Sanjurjo Hernández MA, candidata a Ciudadanos Botánicos 2024

Siempre pienso en la idea de servir como herramienta para mejorar la naturaleza y aportar en la conservación de los sistemas naturales. A lo largo de mi vida he sido testigo de la disminución de las áreas verdes en Puerto Rico y la destrucción de los ecosistemas. Es imperante la necesidad de informar e involucrar a todas las comunidades en el cuidado, la preservación y la conservación. 

Recientemente vi el anuncio de la organización Para la Naturaleza, ya había escuchado acerca de la organización y del impacto que ha realizado en la conservación de diversas áreas naturales de Puerto Rico a través de los años. En ese momento pensé que era mi oportunidad para colaborar, servir a la naturaleza, lograr resiliencia ecológica y marcar una diferencia. Llenando el formulario de Ciudadano Botánico comenzó mi viaje como voluntaria en la organización.

“He sentido que ser voluntaria de Ciudadano Botánico es una labor que se extiende; luego de terminar nuestro voluntariado en el vivero, impactamos con nuestro ejemplo la vida de nuestra familia y allegados,” revela Marjorie.

Lo primero que sentí en el proceso de selección fue un entorno de respeto y emprendimiento. Fue un honor saber que confiaron en mí para representar los valores de la organización y me abrieron las puertas a este proyecto de Ciudadano Botánico 2024-2025. Déjenme decirles que desde el mes de abril hemos comenzado un proceso de aprendizaje; estoy inmersa en un entorno que jamás me hubiera imaginado. De venir de la industria de ventas y mercadeo, a aprender acerca del mantenimiento de viveros, fue un camino de retos y mucho aprendizaje. Me siento rodeada de un grupo de emprendedores con los que he sentido conexión y que compartimos una visión en común: “sembrar la semilla de amor y respeto por la naturaleza en nuestras comunidades”. 

Los talleres presenciales y las prácticas son lo que más he disfrutado. Desde cómo recolectar semillas, conocer la forma apropiada de sembrarlas hasta saber cuál es el momento preciso para replantar. La clase de botánica ha sido fundamental para mí al descubrir y conocer la inmensa variedad de tipos de plantas y sus características distintivas. Compartir estas experiencias con mis compañeros del proyecto de Ciudadano Botánico y con nuestros líderes ha sido un proceso revelador, en el que hemos gozado de intercambio de conocimientos. Todas estas experiencias me continúan motivando y sé que nuestra labor creará un sentido de pertenencia en nuestra comunidad.

“De venir de la industria de ventas y mercadeo, a aprender acerca del mantenimiento de viveros, fue un camino de retos y mucho aprendizaje,” cuenta con entusiasmo la voluntaria, candidata a convertirse pronto en parte del grupo de Ciudadanos Botánicos 2024. 

No me cabe duda de que participando en el programa de Ciudadano Botánico podré seguir aportando a la meta de reforestar a Puerto Rico, colaborando con la siembra de árboles endémicos y nativos que contribuirán a las necesidades existentes en los diferentes sectores del país. He sentido que ser voluntaria de Ciudadano Botánico es una labor que se extiende; luego de terminar nuestro voluntariado en el vivero, impactamos con nuestro ejemplo la vida de nuestra familia y allegados. El compromiso que tenemos con nuestra tarea tendrá un efecto y motivará a otros a pertenecer a diferentes proyectos que realiza la organización.

Quiero decirles que al finalizar mi encomienda como Ciudadana Botánico podré aplicar las destrezas y conocimientos adquiridos en la industria del Turismo Ecológico y Cultural, donde se busca que los turistas se centren en la observación, la conservación y la interpretación de la naturaleza. Finalmente, mi compromiso genuino será continuar la labor de conservación junto a la organización y seguir protegiendo mi país.

 Seguiremos dejando huellas.

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