La lluvia que trajo María hizo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), en coordinación con la Junta de Planificación, revisaran los Mapas de Niveles de Inundación Base Recomendados.
“En coordinación con FEMA se hizo un ejercicio para tratar de documentar todas las áreas que sufrieron inundación dentro del evento y trabajamos algo que denominamos Mapas Recomendados. Estos mapas incluyen un 11% adicional en zonas inundables a las áreas que ya estaban identificadas con ese riesgo”, dijo la presidenta de la Junta de Planificación, Maria del C. Gordillo Pérez, en entrevista con EL VOCERO.
Estos mapas muestran los niveles de inundación base recomendados (ABFE, por sus siglas en inglés) desarrollados para la Isla y se identifican qué áreas se encuentran en nuevas zonas inundables, así como los nuevos niveles de inundación que pueden afectar las prácticas de construcción.
“El objetivo es identificar las áreas con riesgo a inundación en un evento como el que ocurrió. Una lluvia con frecuencia de lo que nosotros llamamos con frecuencia de 100 años y en muchos de los casos con frecuencia de 500 años. Cuando las zonas inundables se definen, se catalogan en esas dos grandes zonas: la zona que está expuesta a recibir una inundación de tamaño medible con una frecuencia de 100 años o una de 500 años”, agregó.
Explicó que cuando se habla de frecuencia de 100 o 500 años no necesariamente se refiere a que esos eventos de inundaciones ocurrirán en dicho periodo, sino que en un año hay un 1% de probabilidad de que ocurra esa inundación que está ilustrada en los mapas.
Según Gordillo, los mapas de inundaciones de Puerto Rico se revisan constantemente. “Estaba corriendo una enmienda para la cuenca hidrográfica del Río Grande de Loíza y se estaban trabajando otras. Las últimas enmiendas grandes que podemos decir que se tocaron todas las hojas del área de la costa fueron en el 2009. Se había hecho en el 2005, se revisaron en el 2009”, especificó.
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