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Avistamiento de Flamencos: ¿señal de que nuestros humedales se recuperan?

Desde pequeños, Jean Carlos Díaz y Emmanuel Penzol son fanáticos de las aves y la naturaleza. Actualmente, estudian Manejo de Vida Silvestre en la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Para agosto del 2017, se matricularon en el curso “Ecología de Poblaciones” y esperaban aprender a ingresar datos en programas de computadoras.

Sin embargo, el huracán María provocó cambios en el calendario y las actividades propuestas para completar el curso. En la universidad, no había energía eléctrica y varias infraestructuras fueron impactadas. Por tal razón, el profesor pidió a sus estudiantes que elaboraran una propuesta de investigación de campo. Eso quiere decir que no solo entrarían datos en una computadora, si no que serían ellos quienes saldrían a recopilarlos.

Emmanuel Penzol y Jean Carlos Díaz, voluntarios de Para la Naturaleza.

“Una semana antes de que el profesor hiciera el anuncio, nosotros vinimos a Medio Mundo y Daguao y le dije a Emmanuel: ‘un día tenemos que hacer algo con este humedal porque está repleto de aves y eso es algo que nos encanta’”, señaló Jean Carlos. Tan pronto escucharon al profesor, “nosotros nos miramos y rápido dijimos: ‘ya sabemos lo que vamos a hacer. Vamos a investigar sobre aves y lo vamos a hacer allá, en el humedal’”, añadió el joven natural de Luquillo.

Como Jean y Emmanuel habían participado en eventos de monitoreo de aves en el área natural protegida, sabían que podrían encontrar individuos de pato quijada colorada, especie cuya población en Puerto Rico se ha reducido considerablemente.

Llegaron al humedal en 4 ocasiones en busca de patos quijada colorada. Antes de María, habían visto hasta 40 individuos de esa especie en ese mismo lugar. Para su sorpresa, durante sus visitas post huracán no encontraron ni uno solo individuo.

Sin embargo, en su segundo censo, “había un montón de aves que alzaban el vuelo, hacían bandadas y se movían coordinadamente hacia un mismo punto”, comentó Jean Carlos. Había mucha distancia entre las aves y él, pero utilizó el monocular -instrumento que magnifica las imágenes y permite observar objetos distantes- y le siguió la pista.

De pronto, Jean Carlos detuvo el monocular y gritó emocionado: “¡Fla, flamencos!”.

“Debes estar confundido. En Puerto Rico no hay flamencos, solamente el de Camuy”, dijo Emmanuel con incredulidad.

“Pues acércate y mira”, le replicó Jean Carlos.

Recorrido y conteo de aves en Medio Mundo, Ceiba.

Cuando Emmanuel se acercó a monocular confirmó el avistamiento de Jean Carlos. Vio el flamenco y al mover el instrumento encontró dos más. Eran tres y una semana después apareció un cuarto individuo.

“Verlos [a los flamencos] fue cuestión de suerte porque estaban bien lejos y mi compañero [Jean Carlos] estaba observando con el monocular otras aves”, opinó Emmanuel, quien insistió en tomar una buena foto de los flamencos como evidencia.

Jean Carlos y Emmanuel han continuado monitoreando voluntariamente las aves de Medio Mundo y Daguao. “Siempre que venimos al humedal encontramos a los flamencos tranquilos y comiendo”, comentó Emmanuel. Los flamencos se alimentan de crustáceos que le proporcionan su distintivo color rosado.  Además, son muy sensibles a los disturbios naturales y humanos.

Los jóvenes universitarios consideran que estas aves han llegado a Ceiba debido al desarrollo urbano y el impacto de los fenómenos naturales que han ocurrido recientemente en muchos lugares del mundo. “Los organismos han tenido que moverse para poder sobrevivir y tenemos la dicha de que, en este humedal, como es remoto y está protegido, quedan recursos para ellos, para poder sustentarse y vivir”, manifestó Emmanuel, quien es natural de Luquillo.

¿Por qué llegaron los flamencos a nuestras islas?

 “Los flamencos son aves acuáticas y están estrechamente relacionadas a los humedales. Asimismo, son aves sensibles a los disturbios”, explicó Alcides Morales Pérez, quien trabaja en Para la Naturaleza como Coordinador de Manejo de la Reserva Natural Hacienda La Esperanza.

El agrónomo de profesión lleva 17 años estudiando las aves de Puerto Rico y el Caribe. Además, ha desarrollado estrategias de manejo para la conservación de hábitats y sus especies. Por eso coincide con Jean Carlos y Emmanuel en que la visita de los flamencos podría ser evidencia de que esos ecosistemas se están recuperando.

Alcides señala que la especie que nos visita es conocida como el flamenco americano o caribeño y está distribuida en Las Américas desde Florida, la Península de Yucatán, parte de Venezuela, algunas de las Antillas Mayores y menores. También, se ha documentado la presencia de estos flamencos en Puerto Rico en el pasado.

Hay datos históricos que revelan que en 1940 un cazador encontró 7 individuos en un humedal de Vieques. Asimismo, en la década del 2000, hubo varios avistamientos en el área oeste y norte de la isla. No obstante, esta ave migratoria ha sido catalogada como divagante pues visita esporádicamente nuestras islas.

Según el científico, el aumento en los niveles del mar -atribuido al cambio climático y el calentamiento global- ha hecho que muchas especies pierdan hábitat para alimentarse y para anidar. De igual forma, están siendo amenazadas -principalmente- por el desarrollo urbano y la caza.

“Ojalá que se formaran colonias en nuestras islas ya que hay humedales que se han recuperado naturalmente de la explotación agrícola y el desarrollo no planificado que se dio hasta la década de 1930”, declaró Alcides.

 

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