Como consecuencia de la devastación provocada por el huracán María, la respuesta del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés) a la emergencia en Puerto Rico no ha sido una típica.
Aquí han superado la cantidad de tareas que fueron ejecutadas en el estado de Texas, luego del paso del huracán Harvey, y en Florida, tras el azote de Irma. Aun así, pese al desastre aún palpable en Puerto Rico, la burocracia inherente al proceso para lograr la intervención del organismo federal continúa inalterada.
De ordinario, tras el paso de un huracán, el USACE trabaja, por petición de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), en la remoción de escombros, evaluación de infraestructura, instalación de generadores de electricidad y colocación de toldos o, como ellos les llaman, “techos azules”.
“Lo que es un poco diferente aquí es que nosotros tenemos que ayudar en la represa Guajataca, asegurándonos de mitigar el riesgo y tratando de prevenir futuros daños. Y, además, la red de energía. No es que no tengamos precedentes en este tipo de misión, pero no es algo que nosotros hagamos usualmente luego de un huracán”, reconoció Diana Holland, comandante de la División del Atlántico Sur del USACE, en entrevista con El Nuevo Día.
Hasta el momento, el USACE ha asistido a cerca de 26 municipios en la remoción de escombros. Asimismo, FEMA le ha encomendado la evaluación de la infraestructura local, como escuelas y cuarteles de la Policía.
Al momento de la entrevista, la comandante destacó que, desde su llegada a la Isla, el organismo que integra ha instalado unos 140 generadores en la Isla. Pero, ese número se elevó a 185 durante el fin de semana, apuntó Deliris Aquino, portavoz de FEMA aquí.
“Eso es el doble de lo que se instaló en Texas (luego de Harvey) y en Florida (luego de Irma) combinados. Y vienen más. Estamos proveyendo energía a hospitales, plantas de tratamientos de agua y refugios, entre otros”, precisó Holland.
El USACE -que tiene 400 empleados activos en la isla, sin incluir los contratistas- tenía en agenda instalar otros 23 generadores ayer, señaló Aquino.
Toldos azules en camino
Cifras del Departamento de Vivienda federal y FEMA apuntan a que el huracán María destruyó entre 25,000 y 30,000 viviendas. Otros análisis reseñados por este diario coinciden en que la cantidad de casas con daños parciales asciende a 250,000.
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