Durante la semana de la planificación y como parte de nuestras sesiones de conversatorios enfocados en el cambio climático, nos reunimos en el anfiteatro de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras para dialogar junto a un panel de expertos sobre Comunidades y planificación: la participación ciudadana en plataformas digitales para crear política pública.
El conversatorio se realizó en colaboración con la Escuela Graduada de Planificación UPR, Escuela de Derecho UPR y Para la Naturaleza para propiciar una discusión sobre la planificación, las reglamentaciones y la participación ciudadana en los procesos de permisos y uso de terrenos del archipiélago.
El panel fue dirigido por la periodista y fundadora del Centro de Periodismo Investigativo, Omaya Sosa Pascual, y estuvo compuesto por la Dra. Angeliz Encarnación, profesora de la Escuela Graduada de Planificación UPR, el Lcdo. Pedro Saadé, profesor de la Escuela de Derecho UPR, el Lcdo. Fernando Lloveras San Miguel, presidente de Para la Naturaleza y la señora Cynthia Manfred, líder comunitaria del grupo Guarda Ríos.
La conversación se enfocó en la importancia de educar sobre las regulaciones existentes de uso de terreno y el rol de la participación ciudadana para enmendar y crear política pública. Así como exponer la importancia de las plataformas digitales como herramientas que visibilizan y promueven la contribución de los ciudadanos para ejercer su derecho.
Durante la conversación, la doctora Angeliz Encarnación enfatizó en la ventaja de visualización que tienen las herramientas digitales, pero apuntó que debemos tener en mente que somos un país envejecido donde un gran número de habitantes no dominan la tecnología, por lo que se deben complementar con los esfuerzos de orientación y educación ciudadana en la calle.
“Es importante reconocer que la planificación es una herramienta poderosa para el desarrollo donde los grupos de interés participan abiertamente para trazar la ruta del país en un estado que ha abandonado los procesos de discusión pública. Después de décadas esperando el Plan de Uso de Terrenos (PUT), pensábamos que teníamos una hoja de ruta, que se protegerían los espacios de la ciudadanía para armonizar con planes de ordenamiento territorial. Se sostuvo la desregulación, se fusionaron agencias ambientales y ahora las personas no saben dónde llevar sus querellas. Tenemos que cuestionar el rol de planificación, los procesos de permisos no son transparentes y permiten construir en espacio donde no se puede legalmente, la planificación puede ser una herramienta poderosa para legitimar procesos ilegales por lo que no se puede romantizar la profesión”, comentó la doctora Encarnación.
Por su parte, el licenciado y profesor de derecho, Pedro Saadé, cuestionó los derechos de la ciudadanía en el contexto del Puerto Rico en el que estamos y cuál es el panorama que tenemos. Como parte optimista resaltó las herramientas de información y participación ciudadana disponibles como el Mapa de Costas de Puerto Rico creado por la organización Amigxs del M.A.R. que recoge denuncias ciudadanas sobre construcciones, movimientos de terrenos y accesos en las costas.
“Sol y Playa comenzó con quejas de ciudadanos y gracias a estos reclamos se paró ese proyecto. Lamentablemente no todos los reclamos tienen el resultado de Sol y Playa, pero es muy positivo que la ciudadanía tenga conciencia de protección ambiental y reconozcan el bienestar que los ecosistemas inciden en nuestra calidad de vida. Por el lado pesimista, la escasez de recursos, dejadez y corrupción en procesos gubernamentales pretenden neutralizar los esfuerzos de la ciudadanía. Uno de estos es la Junta de Control Fiscal, que ahora exige la Junta de Planificación (JP), ser incluidos en el próximo Reglamento Conjunto para intervenir en la toma de decisiones de otorgamiento de permisos. La estructura legal de permisos le resta atención a la participación ciudadana, esto reduce la participación ciudadana y desigualdad de la legislación”, enfatizó Sadee.
En la unión de las luchas comunitarias, las herramientas tecnológicas son una fuerza.
El río Piedras es el único de San Juan, preocupados por la propuesta de canalización del río Piedras, la líder comunitaria y activista ambiental, Cynthia Manfred, parte del grupo comunitario Guarda Río que reúne integrantes de las urbanizaciones colindantes al río Piedras: Jardines Metropolitanos, University Gardens y Villa Nevárez.
“Hemos creado este grupo dada a la preocupación de muchas personas sobre la canalización del río Piedras y el impacto negativo ambiental que este causará. Río Piedras tiene una huella urbana monstruosa pero el río está vivo, tenemos la ayuda del Corredor Ecológico de San Juan, terrenos remanentes de bosque secundario y casi mil cuerdas bajo DRNA. La canalización del río nos quitará los árboles y pondrán un muro de contención en esta área natural. Entendemos que tenemos la capacidad de defendernos de las inundaciones con soluciones basadas en la naturaleza. De otra manera, ¿cómo nos vamos a proteger de sequías cuando sequen el río? Estamos en contra de la canalización porque necesitamos el agua, los árboles y ecosistemas funcionales. Queremos crear opinión pública para hacer presión política. Si logramos detener el proyecto de canalización y cambios al manejo de aguas, podemos ayudar en otros problemas de cuencas alrededor de la isla”, enfatizó Manfred.
Reforestación como meta de conservación
Durante su intervención, el licenciado Fernando Lloveras San Miguel, presidente de Para la Naturaleza contextualizó que en 1920, más de la mitad de la isla llegó a estar deforestada. Durante la primera parte del siglo XX, Puerto Rico perdió casi toda su capa forestal a causa de la actividad agrícola desmedida. Desde entonces, y gracias en parte a esfuerzos de reforestación como el que lanzó Para la Naturaleza (PLN), a finales de la década de 1980, Puerto Rico recobró más de la mitad de su capa forestal, creciendo de 6% a 55%. Sin embargo, los huracanes Irma y María en 2017 tumbaron cientos de miles de árboles, arrasaron con la vegetación de los árboles que sobrevivieron y destruyeron los densos bosques de la isla. El Servicio Forestal de los Estados Unidos estima que se perdieron 144 millones de árboles. Con esto en mente, Para la Naturaleza lanzó Hábitat, una aplicación móvil para registrar y documentar siembras alrededor del archipiélago de Puerto Rico. Al momento la aplicación cuenta con más de 270 mil árboles registrados. Este registro permite que el equipo de reforestación de PLN tenga un censo geolocalizado de las siembras ciudadanas para asegurar la sobrevivencia de estas especies nativas y endémicas.
Otra herramienta digital de participación ciudadana para la conservación de áreas naturales creada por Para la Naturaleza, es Mapa 33. Dedicada a fomentar la conservación de las islas de Puerto Rico mediante la identificación, la visualización y el proceso de selección de áreas en el archipiélago que la ciudadanía quiere conservar.
“Conservar el 33% de las áreas naturales de alto valor ecológico para el 2033, es una meta de país. Creemos que la participación y el liderazgo de comunidades locales son esenciales para practicar una conservación inclusiva. Mapa 33 es un espacio donde todos podemos visualizar y aportar a lo que colectivamente queremos proteger. Es una herramienta para crear un mapa de conservación en comunidad”, comentó el licenciado Lloveras.
“Pronto lanzaremos la herramienta digital “Ciudadano Protector”, que está en etapa de prueba y se enfocará en canalizar y reportar denuncias ciudadanas sobre el mal uso de terrenos, vertederos clandestinos, accesos, construcciones ilegales, entre otras. La idea es que estas denuncias luego se dirijan a agencias correspondientes para que se formalice la acción y documentar estadísticas y métricas que puedan ayudarnos a tomar decisiones de política pública”, concluyó Lloveras.
Las sesiones de conversatorios ciudadanos de Para la Naturaleza continuarán, permanezcan pendientes a nuestras redes sociales o visiten el portal pln.org.