El Centro de Visitantes y Ciencia del Observatorio de Arecibo reabrirá sus puertas para el público el próximo jueves, 10 de marzo, confirmó el profesor Carlos Padín Bibiloni, coinvestigador del Observatorio de Arecibo y director del componente educativo de las facilidades, a El Nuevo Día.
El Centro de Visitantes de la Fundación Ángel Ramos fue clausurado el pasado 1 de diciembre de 2020, el día en que el radiotelescopio, la principal atracción y el instrumento principal del complejo, fue destrozado parcialmente tras la caída del domo gregoriano (de unas 900 toneladas de peso) sobre el plato reflector de 1,000 pies de diámetro.
El domo gregoriano, que albergaba los transmisores, receptores y demás equipo para la operación del radiotelescopio, causó daños extensos al plato reflector tras caer, mientras que los cables que suspendían la enorme instrumentación a unos 500 pies de altura provocaron aún más daños al desprenderse y caer sobre los paneles que componían el radioreflector.
Estos mismos cables también causaron daños en estructuras cercanas como el Centro de Aprendizaje, un edificio aledaño al Centro de Visitantes cuyo techo colapsó, explicó Padín Bibiloni. No obstante, el también director del programa graduado de Ciencias Ambientales de la Universidad Ana G. Méndez explicó a El Nuevo Día que el Centro de Visitantes sufrió daños menores, y que el Centro de Aprendizaje permanecerá cerrado un tiempo adicional en lo que se completan las reparaciones.
“El Centro de Visitantes sufrió daños mínimos y ya se repararon. Lo que sí sufrió daños fue el Centro de Aprendizaje, donde se ofrecen los talleres para estudiantes y maestros, pues el techo colapsó en su totalidad. Sin embargo, casi todas las reparaciones están completadas y se reabrirá próximamente, así que estará disponible para continuar con los proyectos educativos”, sostuvo Padín Bibiloni vía telefónica.
El director del componente educativo del Observatorio de Arecibo dijo que se colocaron, en el camino que lleva al Centro de Visitantes, varias piezas emblemáticas recuperadas de los escombros del radiotelescopio.
“Esas piezas van a estar en las exhibiciones externas que vamos a tener desde el momento que se estacionan y durante el recorrido hasta la entrada del Centro de Visitantes. También añadimos información sobre la geología del área y por qué esa geología fue importante y ayudó que se seleccionara esta zona para la construcción y operación del radiotelescopio”, enfatizó Padín Bibiloni.
Del mismo modo, Padín Bibiloni añadió que el balcón de observación en la parte superior del Centro de Visitantes estará abierto, por lo que el público podrá ver cómo quedó el área que ubicaba el plato reflector y el domo gregoriano. Añadió que llevarán a cabo una conferencia de prensa corta en la que detallarán los logros alcanzados por el observatorio desde el paso del huracán María hasta el presente.
“Es una pena, pero van a poder ver cómo quedó la estructura. Ya se completaron las labores de limpieza y remoción de escombros, y lo que queda (en el sumidero natural) son parte de las piezas que pueden ser reutilizadas dependiendo de la decisión de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, en inglés, dueño del radiotelescopio) de si van a reparar el radiotelescopio o no. El público podrá ver los daños causados por el colapso”, sostuvo el catedrático.
Padín Bibiloni también fue enfático en resaltar que uno de los objetivos de la reapertura es mostrarle al público, tanto puertorriqueños como de la comunidad internacional, que el resto de los instrumentos y equipo del Observatorio de Arecibo están operando y que las investigaciones científicas continúan.
“Hay varios instrumentos que realizan otro tipo de ciencia que están funcionando. El público piensa que el observatorio se cerró tras el lamentable colapso del domo gregoriano, pero eso no es así. Aquí se sigue haciendo ciencia, las investigaciones continúan y seguimos con nuestros proyectos de educación”, recalcó.
“Tenemos talleres para estudiantes de escuela superior, para maestros, también atendemos investigaciones subgraduadas y de estudiantes posdoctorales, publicaciones en distintas revistas de impacto mundial y seguimos bien activos en la educación sobre la ciencia y nuestro fin como centro de ciencia, que es estipular que la gente estudie carreras en las ciencias. Pero esto también es un centro de investigación; una de las piezas claves que tenía colapsó, pero se sigue practicando ciencia e investigaciones”, enfatizó Padín Bibiloni.
A modo de ejemplo, Padín Bibiloni indicó que siguen investigando y analizando los datos recopilados por el radiotelescopio desde el inicio de sus operaciones en 1963.
“Hay toda una metadata, lo que nosotros llamamos big data, y se está analizando esos datos antiguos porque hay nuevos descubrimientos y nueva información que se está mirando para ver si esos fenómenos se habían recogido por el radar y no se hayan detectado. Hay mucha ciencia que sigue ocurriendo en este espacio”, subrayó Padín Bibiloni.
Pese a propuestas de diversos profesores y coaliciones científicas, el NSF no ha decidido aún si reparará el radiotelescopio, si aprobará la construcción de una unidad de nueva generación o si no procederá con la reparación y/o construcción de un nuevo radiotelescopio.
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