Los meses de octubre a diciembre, suelen ser un buen momento para apreciar la belleza de los cielos oscuros y en el último trimestre del año 2019, ocurrieron varios eventos astronómicos.
Juan González Alicia, presidente de la Sociedad Astronómica del Caribe, destacó que en ese periodo los habitantes del hemisferio norte de la Tierra observaron la Vía Láctea. “Nosotros a veces pensamos que la Vía Láctea no la podemos ver, pero nosotros podemos ver lo que es el centro de la Vía Láctea”, añadió.
La Vía Láctea es la galaxia en la que habitan los seres humanos. En ella se encuentran entre 200 y 400 billones de estrellas, como el Sol. Según Juan, con un telescopio se pueden observar un sinnúmero de objetos celestes. También, son visibles los dos planetas más grandes del sistema solar: Júpiter y Saturno.
Pero la Vía Láctea, Júpiter y Saturno, no son lo único que se observó. El 11 de noviembre de 2019, el Tránsito de Mercurio fue visible en América, Europa, África y Asia occidental, y se vio en su totalidad en las Islas Canarias. “El caso de Mercurio [lo que sucede] es que vamos a ver el planeta pasando por el frente del Sol”, explicó Juan.
Los observadores terrestres podemos ver los Tránsitos de Mercurio, a razón de trece por cada cien años, y los de Venus, a razón de trece por cada mil años.
Por otra parte, en el mismo periodo del año, en el hemisferio norte ocurrió el equinoccio de otoño. En esta transición entre el verano y el invierno, los días comienzan a hacerse más cortos y bajan las temperaturas. A las 6:00 p.m., el cielo empieza oscurecerse, y no es hasta las 7:00 a.m. que el sol empieza a asomarse al amanecer.
“Eso se llama equinoccio, quiere decir que la Tierra se está acercando al Sol. Entonces, el Sol le está dando más luz al hemisferio sur. En el hemisferio norte, le está dando menos luz. Poco a poco vamos a ver que los días cada vez son más cortos. En el hemisferio sur sería verano. Ahora nosotros seríamos invierno”, explicó el educador.
La cantidad de luz solar que reciben los hemisferios –partes norte y sur de la Tierra- está relacionada con los movimientos de traslación y rotación del planeta Tierra. La traslación se produce cuando el planeta gira en su órbita alrededor del sol por el efecto de la gravedad, mientras que la rotación es el giro que realiza la Tierra sobre su propio eje. Por estos movimientos, nacen el día y la noche. Además, estos cambios en la luz solar marcan las estaciones del año en cada territorio.
Los miembros de la Sociedad de Astronómica del Caribe están muy atentos a todos estos eventos. Este grupo, es una organización sin fines de lucro compuesta por profesionales, estudiantes y personas de la comunidad que comparten el interés y la pasión por la astronomía. Su misión es difundir conocimientos y fomentar el interés en este campo de la ciencia.
Si deseas apreciar la belleza de los cielos nocturnos en esta temporada, la Sociedad de Astronomía del Caribe realiza eventos de observación en una finca privada llamada la Pitahaya en Cabo Rojo. Síguelos en sus redes sociales y entérate de sus próximas aventuras.
“Los observadores terrestres podemos ver los Tránsitos de Mercurio, a razón de trece por cada cien años, y los de Venus, a razón de trece por cada mil años. “
La relación de los humanos con la naturaleza se transformó significativamente con la llegada de la Revolución Industrial y la Ilustración en el siglo XVIII. La idea del ser humano como parte de la naturaleza se disipó. Desde entonces, muchas personas han visto el mundo natural como un medio para conseguir recursos indispensables para la supervivencia de las personas.
Pero, según Anayra Santory, profesora de filosofía en la Universidad de Puerto Rico y directora de la División Editorial y de Comunicaciones Para la Naturaleza, debido a la crisis climática que enfrentamos, “la naturaleza empieza a jugar un rol protagónico en nuestras vidas ya no solamente