En términos de desastres naturales, el año 1867 fue histórico para Puerto Rico.
El 19 de octubre, el huracán San Narciso entró por Naguabo y se movió al noroeste, afectando todos los municipios. Veinte días después, un terremoto de magnitud 7.3, con epicentro en el Pasaje de Anegada, agravó los daños. El sismo produjo un tsunami, que alcanzó una altura máxima de 20 pies. En Yabucoa, por ejemplo, el mar entró hasta 450 pies tierra adentro.
No es casualidad, por lo tanto, que el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral, adscrito al Departamento de Ciencias Sociales del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, escogiera el 1867 como punto de partida de su investigación, recién publicada, sobre diversos fenómenos que han afectado la isla.
La iniciativa lleva por título Proyecto 1867: Desastres y memoria en Puerto Rico, y se compone de una página digital, una bibliografía anotada y el libro de texto Un cambio categoría 4: Memorias del huracán María, que recoge escritos de 15 estudiantes sobre su experiencia post-ciclón.
“En 1867, ocurrieron las tres principales amenazas que tenemos como isla, y por eso decidimos comenzar el proyecto en esa fecha. De ahí también sale su nombre. Pero también documentamos otros eventos”, dijo a El Nuevo Día la directora del Centro, Tania López Marrero.
Además de ciclones, terremotos y tsunamis, el grupo de estudiantes de geología, ciencias sociales y agroambientales, química, ingeniería y biología documentó las sequías de 1964, 1994 y 2014, así como el derrumbe de Mameyes, Ponce, en 1985. Para ello, el grupo participó de talleres de manejo de archivos y uso de fuentes.
Algunos hallazgos
Sobre el historial ciclónico, de la investigación se desprende que, entre 1867 y 2017, Puerto Rico experimentó el paso 45 tormentas tropicales y 44 huracanes, para un total de 94 sistemas.
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