En medio de un llano extenso en Juana Díaz se levantan sobre cinco invernaderos inteligentes que tendrán la capacidad de controlar el ciclo de vida de la planta de soya para lograr un “mejoramiento genético” de este cultivo.
Monsanto, una compañía de biotecnología agrícola que se estableció en la isla en 1993 y que además tiene presencia en San Juan, dio un salto de la investigación genética en campo abierto a este tipo de tecnología con la que pueden regular los factores que inciden sobre la siembra.
Las semillas de soya, algodón y maíz producidas en la isla son enviadas a otras sus instalaciones para investigaciones adicionales y producción a gran escala.
Particularmente, los invernaderos inteligentes que construye la empresa utilizan luces LED de color rosa para acelerar o controlar el crecimiento de la soya en la fase investigativa.
A través de estas luces se busca compensar la diferencia entre la luz natural disponible y la que está en el invernadero para el proceso de fotosíntesis de los cultivos.
Precisamente, estos invernaderos fueron el origen del sorprendente resplandor rosa que se reportó esta semana en el cielo juanadino y que despertó la curiosidad de cientos de usuarios en las redes sociales.
En países como Holanda y Estados Unidos este tipo de tecnología ha tomado gran auge para el desarrollo de un sinnúmero de cultivos.
Según el agrónomo Frederick Ortiz, líder de Operaciones de Cultivos Protegidos de Monsanto, el uso de luces LED les permite poder completar los ciclos de investigación de una forma certera.
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